Hoy me propongo seguir buceando en los recuerdos, es lo que toca. Aquí en cubierta luce, un día más, un sol estupendo.
No voy a hablar de como en Telemadrid están contratando gente a la desesperada para que el Titanic por lo menos se vea, no voy a hablar de como están buscando curritos mientras los cadáveres aún flotan en el agua, ni siquiera voy a contar el MALTRATO al que estamos siendo sometidos los que todavía estamos sin papeles (los del paro), sin nuestras cosas (pertenencias de una vida dedicada a una empresa), ni siquiera voy a hablar de ese artículo de "El Confidencial" en el que se habla del reparto del pastel. Hoy voy a hablar de otra cosa.
Cuando nació mi Irene (en breve cumplirá 11 años) me tuve que apañar para cuidar a una niña y mantener el trabajo. Por aquel entonces, en casa, currábamos los dos (joder como ha cambiado el cuento). Con mi turno de tarde-noche, he sido BUENA madre (Sí se puede), no menos buena que las que creen tener adquirido de nacimiento el derecho para poder conciliar su vida familiar y laboral.
Para poder cuidar a Irene, tuve que contratar a álguien que me ayudaba por las tardes. Parte de mi sueldo se iba en eso. A ella , le vamos a poner un nombre ficticio : Mari Pili.
Mari Pili usó a mi Irene para hacerse querer por la vecina de en frente. Mi Irene, y el hijo de la vecina de enfrente, jugaban y Mari Pili se curraba su futuro. Un día Mari Pili me dijo que se iba, no me dio más explicaciones. Como habéis intuido Mari Pili se fue a currar a la casa de enfrente, allí tenía mejor turno.
Mari Pili pasó 6 años cuidando a Irene. Ahora cuando nos cruzamos con Mari Pili, Irene y yo la miramos a la cara, pero Mari Pili no puede. Mari Pili esconde su rostro en el abrigo. A Irene le expliqué que es una cuestión de conciencia . Nosotros la tenemos tranquila, ella no, por eso no puede ni mirarnos a la cara.
Buen Día.
Dedicado a Carlos Sanchez Blas que está dentro y, como los otros 5, va con la cabeza bien alta.
No voy a hablar de como en Telemadrid están contratando gente a la desesperada para que el Titanic por lo menos se vea, no voy a hablar de como están buscando curritos mientras los cadáveres aún flotan en el agua, ni siquiera voy a contar el MALTRATO al que estamos siendo sometidos los que todavía estamos sin papeles (los del paro), sin nuestras cosas (pertenencias de una vida dedicada a una empresa), ni siquiera voy a hablar de ese artículo de "El Confidencial" en el que se habla del reparto del pastel. Hoy voy a hablar de otra cosa.
Cuando nació mi Irene (en breve cumplirá 11 años) me tuve que apañar para cuidar a una niña y mantener el trabajo. Por aquel entonces, en casa, currábamos los dos (joder como ha cambiado el cuento). Con mi turno de tarde-noche, he sido BUENA madre (Sí se puede), no menos buena que las que creen tener adquirido de nacimiento el derecho para poder conciliar su vida familiar y laboral.
Para poder cuidar a Irene, tuve que contratar a álguien que me ayudaba por las tardes. Parte de mi sueldo se iba en eso. A ella , le vamos a poner un nombre ficticio : Mari Pili.
Mari Pili usó a mi Irene para hacerse querer por la vecina de en frente. Mi Irene, y el hijo de la vecina de enfrente, jugaban y Mari Pili se curraba su futuro. Un día Mari Pili me dijo que se iba, no me dio más explicaciones. Como habéis intuido Mari Pili se fue a currar a la casa de enfrente, allí tenía mejor turno.
Mari Pili pasó 6 años cuidando a Irene. Ahora cuando nos cruzamos con Mari Pili, Irene y yo la miramos a la cara, pero Mari Pili no puede. Mari Pili esconde su rostro en el abrigo. A Irene le expliqué que es una cuestión de conciencia . Nosotros la tenemos tranquila, ella no, por eso no puede ni mirarnos a la cara.
Buen Día.
Dedicado a Carlos Sanchez Blas que está dentro y, como los otros 5, va con la cabeza bien alta.
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