martes, 26 de junio de 2012

Día 38.

Sé de alguien que lleva toda su vida tirando para delante. Hace años lo hacia sin mirar a los lados. Era una coraza. Le servía. Pero le hacia menos sensible. Para lo malo pero también para lo bueno.

Si hubiese seguido así habría sido un prepotente más. Pero decidió parar, mirar a su alrededor y sentir. Ahora su andar es menos seguro, y más doloroso. Pero también, más placentero para él y para quienes le rodean.

Ser sensible parece estar prohibido. Pues me niego. Ser sensible supuestamente te libra del dolor, pero también te aparta del placer.

Buen Día. Hoy Mística.

P.D.: Y esto, aunque no lo parezca, sí es hablar del "tema".

1 comentario:

  1. Que suerte para ese alguien y para los que le rodeaban en ese momento y a partir de el. La sensibilidad es vital.

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