miércoles, 11 de julio de 2012

Día 54. (Ya falta poco para volver a ver a Irene)

Ayer, cuando llegué a la radio, un compañero que suele vociferar lo que quiere que los demás pensemos que piensa , decía "mi paga se la pueden meter por donde les quepa" zanjando así cualquier signo de dolor o lamento por los recortes en su estilo de vida.

Otra compañera, tranquila y feliz como siempre, confirmaba que este año, en las rebajas, no pensaba comprar nada.

Yo, ya llevo camino andado. Yo ya pasé el trago de eliminar muchas cosas. Ya estoy hcurada de espanto. Tal vez, por eso, me llama la atención ver como los demás se adaptan a los nuevos números.

Está claro que, con las cuentas,,los que mandan , MIENTEN. Si han sido capaces de trapichear para esconder el agujero de Bankia, ¿qué no serán capaces de hacer?.

Me llama la atención la tristeza de los que más ganan. Acostumbrados a sus SUELDAZOS, se han rendido ya. Están demasiado preocupados por sus números como para pensar en el barco.

Me alucina el abandono de los que, amparados en el momento, ahora han decidido que ya tienen la excusa perfecta para leer el periódico, mirar internet, o cualquier cosa que les apetezca en su horario laboral.

Me impresiona oír a los "afines" cabreados porque también están tocando lo que consideran SUYO.

Me fastidia, por no ser muy soez hoy, que estemos asistiendo callados a un ordeno y mando. Ordenan y mandan sin reparos. Hay que hacerlo porque hay que hacerlo y jodete (uy ¡¡perdón!! ). Y no hablo de la radio. allí, ni ordenan ni mandan.

Buen Día.

Esto es lo que tiene desnudarse. Alguno ya ha torcido el gesto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario