Las caras de la gente al
saber que son otros los que están frente al pelotón de fusilamiento hay
que verlas. Los caras de la gente al saber que están otros frente al
pelotón de fusilamiento hay que oírlos. Tener el "honor" de salvarte de
una masacre que tiene 925 víctimas como mínimo saca lo más profundo (y
muchas veces ruin) de los individuos.
Ayer me costó más ir que irme del trabajo. Cuando me acercaba a las instalaciones pensaba que ese podía ser el último día que hablara en los micrófonos de Onda Madrid. Me siento orgullosa porque la que puede ser mi última palabra en ese micrófono fue GRACIAS. Mientras me acercaba con el coche al edificio miré, como todos los días últimamente, la pancarta que cuelga en un puente y dice " #925 resisten". Me dio fuerza. Cuando me aproximaba ya andando, vi menos policía (las reuniones ya no son en el edificio y eso se nota). Vi gente que salía con bolsas en las que parecían llevar sus pertenencias de años trabajando. Vi compañeros que , como siempre , tienen alguna excusa para abandonar su puesto de trabajo antes de la hora , aunque son de los que no paran. Curiosa forma tienen muchos de ampararse en el derecho al trabajo.
A la hora irme, estaba deseando salir de allí. No para volver sólo a por el finiquito, no así no. Quería huir de toda la m.. que te tienes que tragar. Harta de los que aún en la despedida son rastreros. Harta de los que sólo miran si su nombre está en la lista y no les preocupa nada más. Harta de los que se amparan en el esfuerzo de otros. Harta.
Y todavía no he hablado de lo que más me duele. Lo que más me duele es el SILENCIO de Onda Madrid. No sé si me estoy equivocando o no, pero mi conciencia está tranquila y eso me basta.
Buen Días
Ayer me costó más ir que irme del trabajo. Cuando me acercaba a las instalaciones pensaba que ese podía ser el último día que hablara en los micrófonos de Onda Madrid. Me siento orgullosa porque la que puede ser mi última palabra en ese micrófono fue GRACIAS. Mientras me acercaba con el coche al edificio miré, como todos los días últimamente, la pancarta que cuelga en un puente y dice " #925 resisten". Me dio fuerza. Cuando me aproximaba ya andando, vi menos policía (las reuniones ya no son en el edificio y eso se nota). Vi gente que salía con bolsas en las que parecían llevar sus pertenencias de años trabajando. Vi compañeros que , como siempre , tienen alguna excusa para abandonar su puesto de trabajo antes de la hora , aunque son de los que no paran. Curiosa forma tienen muchos de ampararse en el derecho al trabajo.
A la hora irme, estaba deseando salir de allí. No para volver sólo a por el finiquito, no así no. Quería huir de toda la m.. que te tienes que tragar. Harta de los que aún en la despedida son rastreros. Harta de los que sólo miran si su nombre está en la lista y no les preocupa nada más. Harta de los que se amparan en el esfuerzo de otros. Harta.
Y todavía no he hablado de lo que más me duele. Lo que más me duele es el SILENCIO de Onda Madrid. No sé si me estoy equivocando o no, pero mi conciencia está tranquila y eso me basta.
Buen Días
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