sábado, 22 de septiembre de 2012

Día 127.

Hay días en los que la diplomacia me la dejo en casa. Suerte que aún me queda algo de prudencia y trago para no liarla parda.

Esos días me apetece el "vamos a decirnos las cosas a la carita, total, para lo que nos queda". Supongo que a vosotros os pasa igual, son esos días que te apetece no ser prudente y dar la respuesta que callas para mantener las formas.

Días en los que la desidia me exaspera, la dejadez me desquicia pero, sobretodo , el mamoneo NO LO AGUANTO. En esos días me acuerdo de la "reforma profunda" y pienso: ¡bendita reforma!. Ya sè, no va a ser una reforma a gusto de cada uno.

Buen Día.

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