Ensimismada como estaba en mi cuarto de los sueños , me llegaron a
gritos los primeros rumores de lo que había sido la reunión colectiva.
Un día más, había decidido no ir, era perder "mi" tiempo. Y aunque me
dolía, porque los representantes que se lo curran merecen mi apoyo,
supe, al oir los gritos, que había acertado en mi decisión.
Los gritos eran del de siempre. Lleva años manifestando su parecer así. Lleva años recordándonos los años que lleva. Como siempre, intenté captar el mensaje que se escondía tras sus fuegos de artificio. La reunión había sido una especie de batalla. Un nosotros contra nosotros. Los nosotros de unas siglas contra los nosotros de otras siglas. Fue ahí cuando confirmé lo que sabía, el nosotros está en peligro. Los nosotros de unas siglas se deben a ellas y así sucesivamente.
Claro que, actitudes como la mía, tampoco contribuyen al nosotros. Es verdad, yo no estaba para la cuenta de lo multitudinaria que fue, lo sé. Oí a un representante decir que había sido eso, multitudinaria pero, añadió, sorprendente.
No fuí, pero pregunté. Unos me dijeron esperpéntica, otros resumieron con un "na". Todos me confirmaron que "de lo nuestro" poco. Decían no tener datos de la cuantificación del estudio racionalizador (el maldito número que define cuántos) y que la "guerra" entraba en una especie de "tregua".
(Supongo que si algún compañero me lee estará hasta el moño de que hoy me haya puesto literaria, traduzco: desconvocados paros de momento).
Y mientras, seguimos trabajando. Peleando con el día a día, superando los problemas del directo, "planificando" ese futuro incierto. Viva la radio.
Buen Día.
Los gritos eran del de siempre. Lleva años manifestando su parecer así. Lleva años recordándonos los años que lleva. Como siempre, intenté captar el mensaje que se escondía tras sus fuegos de artificio. La reunión había sido una especie de batalla. Un nosotros contra nosotros. Los nosotros de unas siglas contra los nosotros de otras siglas. Fue ahí cuando confirmé lo que sabía, el nosotros está en peligro. Los nosotros de unas siglas se deben a ellas y así sucesivamente.
Claro que, actitudes como la mía, tampoco contribuyen al nosotros. Es verdad, yo no estaba para la cuenta de lo multitudinaria que fue, lo sé. Oí a un representante decir que había sido eso, multitudinaria pero, añadió, sorprendente.
No fuí, pero pregunté. Unos me dijeron esperpéntica, otros resumieron con un "na". Todos me confirmaron que "de lo nuestro" poco. Decían no tener datos de la cuantificación del estudio racionalizador (el maldito número que define cuántos) y que la "guerra" entraba en una especie de "tregua".
(Supongo que si algún compañero me lee estará hasta el moño de que hoy me haya puesto literaria, traduzco: desconvocados paros de momento).
Y mientras, seguimos trabajando. Peleando con el día a día, superando los problemas del directo, "planificando" ese futuro incierto. Viva la radio.
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