Hoy me gustaría ponerme en el lugar de los que salvaron la nómina y ese, parecía ser su único objetivo. No movieron un dedo, ni medio, con lo que estaba pasando. Se quedaron quietos, agazapados, agarrados a la nómina sin dudar ni un sólo día de si hacían lo correcto, esperando a que otros se movieran y ya, si eso, pues esperar.
¿Cómo se sentirían el día 12 de enero?, y ¿el 13?, y ¿el 14?, y ¿todos los siguientes? . Algún día se ¿sintieron a salvo?.¿Sentirían algo cuando tuvieron que ocupar los huecos de los despedidos? , ¿sienten?.
Cada nómina que han cobrado ,¿ será suficiente? .
Muchos ya no me leen. ¿Les calmará no saber?.
Poniéndome en su lugar, supongo que tienen que tener sentimientos contradictorios (si sienten). Por un lado, deberán desear que se haga justicia y la demanda colectiva (o la que sea) consiga tumbar el ERE, pero eso, según lo dicho por Ignacio González, pone en peligro su nómina y, ese era el objetivo, salvar la nómina ¿no?. El "yo" ¿es tan primordial?. ¿Podrán mirarse todos los días en el espejo? .
Es cierto, no puedo ponerme en su lugar. No sé lo que sienten.
Buen Día.
P.D.:
Jefa, es imposible que te puedas poner en su lugar, TU TIENES CORAZÓN
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